El Mecklemburgo, también conocido como Mecklenburger o Mecklenburg, pertenece a una raza alemana de caballos de sangre caliente parecida al Hannoveriano, aunque de ejemplares más ligeros y compactos. Originalmente, se usaba como caballo militar, pero en el siglo XX se inició el cruce con otras razas para fortalecer sus habilidades atléticas y así aumentar la venta. En la actualidad, se considera un animal versátil, excelente para competiciones de salto, doma y conducción de enganche.
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La influencia del caballo Árabe y el aporte genético de razas como la Hannoveriana y la Trakehner han propiciado que el Mecklenburger sea un animal vigoroso, resistente y atlético. De hecho, se considera el aprendiz perfecto porque suele ser muy dócil y confiable. Gracias a sus aptitudes deportivas, la compra de este caballo de peso medio es ideal para la práctica de saltos y doma, aunque también sobresale en otras actividades, como la conducción combinada y la caza de montería.
La venta y cría del Mecklenburger comenzó en la región noreste de Alemania. Antes de la Segunda Guerra Mundial, se trataba de un caballo económico que se usaba como medio de transporte o para arar el campo. Con el inicio de la guerra, el ejército empezó a reclutarlos para el envío de comunicaciones, ya que era un animal ligero, resistente y de escaso mantenimiento.
Hasta esos momentos, la genética del Mecklenburger estaba influenciada por la raza Árabe, Turcomana y Purasangre inglesa. Pero después del declive en su venta, y debido a la falta de ejemplares, se introdujeron otras razas al cruce, como el Hannoveriano y el Oldenburgo. Esto refinó sus habilidades atléticas y lo posicionó como un excelente caballo para la equitación, salto y conducción. Entre los representantes más populares de la raza Mecklenburger se pueden encontrar a los campeones en salto Chacco Blue, Royal Beach Farao y Antik, entre otros.
Sin duda, la compra de un Mecklenburger es ideal para jinetes y amazonas que quieran sobresalir en competiciones o espectáculos de salto. De hecho, la mayoría de los campeones favoritos de la categoría pertenecen a esta raza. Sin embargo, los caballos Mecklenburger, como cualquier sangre caliente alemán, también destacan en otras actividades, como la equitación y la conducción combinada.
Su poderosa musculatura, sumado a la ligereza y equilibrio de su cuerpo, es lo que le otorga el balance y la determinación para hacer saltos de primera categoría. Además, sus articulaciones y pezuñas son resistentes y le brindan la amortiguación que necesita para caer apropiadamente. Como tiene una personalidad vivaz y confiable, puede ser el compañero perfecto de un aprendiz y hasta alcanzar un buen desempeño en la caza de montería.
El Mecklenburger tiene una alzada de 160-173 cm con un peso promedio de 450 kg. Su cuerpo es bastante equilibrado como el del Hannoveriano: de cabeza delgada, mirada expresiva y patas bien formadas. Esto lo convierte en un fantástico caballo de salto. Como muchos ejemplares de sangre caliente, luce esbelto con su lomo recto, pecho ancho y un cuello largo y musculoso. Otro aspecto que resalta, y que favorece que su compra sea una apuesta segura, es que es muy saludable. De hecho, puede llegar a vivir más de 30 años. Los Mecklenburger presentan tonalidades oscuras, como el bayo, negro y castaño, aunque también es común encontrarlos en gris claro.
En ehorses siempre habrá caballos alemanes Mecklenburger para la compra o venta, ya sea para entrenar o con experiencia previa en competiciones de salto, doma y enganche.