Semental con licencia
Aprobó la prueba de rendimiento del semental
Semen fresco
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También llamado Oldenburgués, esta raza nació en Alemania hace varios siglos. Codiciado por su fuerza, en sus orígenes era un caballo de batalla y de tiro para carruajes. Pero con el paso del tiempo se ha ido adaptando a otros muchos cometidos con lo que ganó en versatilidad. Se trata de un equino grande y de aspecto imponente al que se reconoce con facilidad por la O con la que se le marca a los dos años. Además, son animales longevos, ya que pueden vivir unos 30 años. Por todo ello, la compra de uno de estos ejemplares siempre es una buena inversión.
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Por su fortaleza y pesada constitución, estos caballos fueron usados originariamente en la guerra y el impulso de carros. Pero pronto comenzaron a ganar fama como caballos de monta. Posteriormente, se apreció su capacidad para la equitación moderna, sobre todo en las especialidades de doma y de salto. Respecto a esta última, por su constitución, son elásticos y con muy buena suspensión, lo cual los vuelve idóneos para los concursos hípicos. También contribuye a ello su carácter dócil. Sin embargo, poseen atrevimiento y maduran de forma temprana. Asimismo, son muy fieles a sus dueños e incluso a sus cuidadores.
Esta raza se inició en el siglo XVII en la zona noroeste de la Baja Sajonia, en lo que por entonces era el Gran Ducado de Oldenburgo. Precisamente el aristócrata Anton Günter von Oldenburg fue uno de los grandes defensores y promotores de la expansión de estos animales. En sus inicios tomó como base el caballo frisón, al que se cruzó con ejemplares de otras razas como los berberiscos y los napolitanos. Más tarde, se hizo lo propio con ejemplares de pura sangre inglés y de hannoverianos para conseguir un animal más versátil y refinado.
Así, se logró un caballo muy inteligente y curioso que es capaz de aprender los trucos más complicados. Y también una raza fuerte y sana a la cual no se le conocen enfermedades graves asociadas. Por ello, cuando se encuentra un ejemplar a la venta, se puede estar seguro de que adquirirlo será una buena inversión.
En sus inicios, el caballo Oldenburgués fue destinado a la batalla y como caballo de tiro para carruajes. Sin embargo, pronto se vieron sus cualidades para la equitación. Tiene una buena calidad de movimiento tanto en caminata como al trote y al galope. Pero donde mejor se desenvuelve es en las actividades de doma por su inteligencia y capacidad de aprendizaje. Y también en las de salto debido a su elasticidad y excelente suspensión. De hecho, muchos jinetes profesionales optan por la compra de un ejemplar de esta raza. Esto no significa que no sean adecuados para otro tipo de cometidos. De hecho, también se han usado para la caza.
Los caballos de esta raza son grandes y tienen un aspecto imponente. Los más altos llegan a medir 175 centímetros de alzada. También son muy pesados, ya que pueden alcanzar los 700 kilos. Sin embargo, tienen una morfología compacta y son ágiles. Su cabeza presenta un perfil recto aunque algo tosco y está unida al cuerpo por un cuello grueso, bien musculado y largo. Los hombros son también musculosos y fuertes, mientras que su espalda es larga. Sus extremidades, por su parte, son gruesas y robustas, aunque más bien cortas. Respecto a su pelaje, puede presentar una amplia gama cromática, si bien predominan colores como el negro, marrón, alazán y bayo.
En ehorses hay magníficos ejemplares de Oldenburgués a la venta y siempre resultan una excelente opción, tanto para jinetes expertos como principiantes.