noble al herrero
Tiene pasaporte equino
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El trote tradicional es con toda seguridad el aire más elegante de un caballo. Al igual que el galope, hay un momento en el que ninguna pata toca el suelo. Es simétrico y compuesto por dos tiempos iguales, lo que da al caballo una postura bípeda diagonal. El trote es un aire que forma parte de muchas de las modalidades de competición, principalmente de la doma clásica y del concurso de completo, por lo que su compra venta abarca un amplio mercado que crece cada año.
Dado que el trote es un aire que requiere de mucha habilidad, tanto por parte del jinete como del caballo, existe una serie de características preferibles a la hora de comprar un caballo de trote:
Las razas destinadas a ser caballos de trote, como hemos visto anteriormente, requieren de unas características concretas. Sin embargo, no existen razas específicas destinadas únicamente al trote, sino más bien a actividades más amplias como la doma clásica o las carreras. Aun así, hay numerosas razas que reúnen las características necesarias para desempeñar un trote elegante. La complexión atlética dentro de un tamaño no muy elevado es una de las características principales. La razón radica en los diferentes tipos de trote que existen con respecto a la posición del jinete que pueden exigir un mayor esfuerzo al caballo.
El trote sentado, más típico de la doma clásica, suele causar un mayor estrés en los músculos del lomo bajo la montura. El trote levantado libera el lomo del animal en uno de los tiempos, generalmente siempre el mismo, por lo que el sobreesfuerzo recae sobre la misma diagonal bípeda. Es recomendable en estos casos cambiar de tiempo, bien permaneciendo sentado o levantado dos tiempos seguidos para no sobrecargar más un lado del caballo.
Por último, el trote en equilibrio consiste en que el jinete permanezca levantado sobre los estribos todo el rato. Si bien es más cansado para el jinete, es un aire mucho más relajado para el caballo, ya que no sobrecarga el lomo y le permite una mayor amplitud de pisada, por ejemplo, para el trote largo. Pero lo principal para un buen caballo de trote es que tenga una buena comunicación con su jinete, así como una inteligencia y docilidad elevadas que faciliten el aprendizaje de este exigente aire.
Una de las razas con mejor reputación en aprendizaje rápido y gran resistencia es el caballo árabe, una de las razas más antiguas del mundo. Es veloz, pero tranquilo, y su brío e inteligencia lo hacen ideal no solo para el trote, sino para casi todas las disciplinas ecuestres. Como pequeño inconveniente se puede nombrar una excesiva altura, normalmente superior al 1,5 m de cruz.
El caballo andaluz, también conocido como Pura Raza española, es otro de los que gozan de gran reputación por su inteligencia y facilidad para aprender. Es, al igual que la árabe, una de las razas más antiguas del mundo y pertenece al tipo barroco, es fácil de montar y desarrolla un excelente trote. Sin embargo, su altura, que supera casi siempre los 1,55 m de cruz, quizá sea algo excesiva para el trote.
Por otro lado, dentro de las medidas de 1,4-1,5 m de cruz, está el caballo criollo, bastante reciente en su cría comparado con los dos anteriores. Se trata de un caballo robusto, resistente, activo y dócil, lo que lo vuelve perfecto para los aires de trote. No cuenta con una fama tan extendida en lo que se refiere a aprendizaje, pero con la paciencia suficiente, se puede hacer de él un caballo perfecto para disfrutar de trote elegante. En ehorses es posible encontrar todas estas razas y muchas más.