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El caballo andaluz es un animal oriundo de la península Ibérica, aunque sus orígenes remotos parecen relacionarlo con antepasados asiáticos y con el caballo árabe, con cruces anteriores al asentamiento de los musulmanes en lo que hoy es España y Portugal. A los andaluces se les conoce de muchas formas diferentes, para unos es eso, andaluces, para otros, en cambio, es el caballo español, lusitano, cartujo y hasta caballo ibérico. En cualquier caso, todos los equinos andaluces están reconocidos oficialmente bajo el amparo de la denominación de Raza Pura Española. Hoy los andaluces son una raza de caballos muy popular. Sin embargo, ¿siempre ha sido una raza de referencia? La respuesta es no, las características de este animal tardaron mucho en ser reconocidas.
Los rasgos físicos distintivos del caballo andaluz lo convierten en un animal con una notable presencia. Su movimiento, por ejemplo, es elástico pero elegante. Llama la atención también la gran capacidad de flexión de las patas traseras. Su cabeza es relativamente grande y presenta un perfil convexo. Se dice del caballo andaluz que sus ojos son brillantes y que su expresión es llamativamente tranquila o amable. Su cuello es grácil y las crines de melenas y colas largas y sueltas. De su carácter se comenta igualmente que es valiente, cariñoso y con grandes dotes de inteligencia. Los andaluces son apreciados en la compra y venta de caballos y se suelen emplear para montar, para paseo, para exhibiciones de doma y para tiro.
Los caballos andaluces actuales, en realidad, son descendientes directos de un linaje criado en Andalucía a comienzos del siglo XIX. La guerra de la independencia española, las guerras carlistas y varias epidemias diezmaron a los ejemplares de esta raza que no se extinguieron gracias a la protección de un grupo de monjes cartujos de Jerez de la Frontera que mantuvo una pequeña manada en sus tierras. Y ese no fue el único contratiempo de esta raza. La pervivencia del caballo andaluz pasó por otra crisis cuando sus características únicas dejaron de ser una referencia para los criadores a comienzos del siglo XX. Sin embargo, un afortunado y definitivo cambio en los cánones ha permitido la recuperación de una raza a la que se le reconocen valores ahora muy demandados como la elegancia y la nobleza.
Los caballos andaluces se han utilizado tradicionalmente para montar o para conducir ganado. Pero estos animales han ofrecido excelentes resultados en pruebas internacionales de equitación, como muestran las medallas obtenidas por el equipo español en los Juegos Ecuestres Mundiales de 2002 o en las Olimpiadas de 2004. Al caballo español se le ha dado un protagonismo creciente en pruebas de doma clásica y especialmente en los saltos gracias a una cría selectiva con la que se busca mejorar las cualidades de esta raza. La potencia de sus patas traseras, su elasticidad o una buena capacidad para memorizar recorridos y movimientos han colocado a esta raza al frente en varias disciplinas de equitación. Aún más, la cadencia de la marcha relajada de estos caballos también les ha permitido participar en frecuentes actividades de demostración como las de Western Pleasure.
En ehorses siempre hay caballos andaluces para compra o venta, tanto en lo que se refiere a yeguas y sementales, como en el caso de animales bien entrenados o para los que se inician en la equitación y necesitan animales inteligentes y dóciles. El caballo que necesita está en esta plataforma a un clic de distancia.
El precio de un Andaluces oscila entre 2000 y 50000 euros.