Experiencia en competición
Tiene pasaporte equino
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Un caballo de sangre templada es aquel surgido del cruce entre uno de sangre caliente y otro de sangre fría. Por regla general, tienden a mostrarse fuertes, musculados y elásticos, por lo que son muy buenos saltadores. Se los considera como una raza del siglo XX, de modo que resultan habituales en el mercado tanto para vender como para comprar. Asimismo, se utilizan tanto para competición como simples animales de recreo. Dentro de las disciplinas deportivas olímpicas, destacan en el adiestramiento y el salto.
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Los caballos de sangre templada sobresalen por su fuerte temperamento, a la par que por su sensibilidad. De fácil entrenamiento, se presentan dúctiles para cualquier disciplina ecuestre si se empieza a trabajar con ellos desde pequeños. Para ello, han de ser admitidos en un libro de orígenes, tras un previo y estricto proceso de admisión.
La selección responde a diferentes criterios según el país, pero en todos prima la buena conformación del ejemplar, el porte, la actitud y el temperamento. Se busca igualmente la nobleza y la audacia, ya sea de forma individual o en grupo.
En cuanto a la alzada media del caballo de sangre templada, esta suele rondar entre 1,63 y 1,78 metros hasta la cruz. Al ser fruto de una selección previa, resultan más refinados que los caballos de tiro, pero, a la vez, también son más grandes que los típicos equinos de sangre caliente. Se han empleado, de este modo, habitualmente en el ejército, mientras que en Francia tienden a ser un caballo de silla. Razas típicas de sangre caliente son los Trakehner, los Hunter o los Hannover.
De imponente presencia, estos ejemplares se caracterizan por su fina osamenta, herencia del caballo árabe, aunque son menos briosos y mas rápidos en reaccionar. En suma, son fuertes y sensibles; sus buenas extremidades y elasticidad los hacen brillar en pruebas gimnásticas.
De hecho, cabe señalar que, para preservar la raza, tan solo se usan para la reproducción aquellos ejemplares que hayan demostrado su valía de forma fehaciente. Son grandes atletas y muy capaces para el trabajo y el duro entrenamiento, de forma que desde los años setenta conforman la categoría favorita a nivel deportivo.
En referencia a su pelaje, los hay de todos los colores, si bien estos se presentan siempre uniformes. No obstante, abundan los de tonos castaños (claros y oscuros), tordillos o alazanes. Los hombros son, asimismo, potentes; y sus cuartos traseros, bien sólidos.
Por su parte, las piernas son igualmente fuertes. También disponen de un cuerpo largo y una cruz alta. De sus ancestros de purasangre, heredó la tranquilidad y el saber estar, mientras que de los de sangre caliente, obtuvo la ligereza y la agilidad.
El caballo de sangre templada muestra un alto grado de "montabilidad" y, en el salto, es capaz de repetir y repetir hasta alcanzar la perfección. Además, exhibe un gran cuidado en el detalle y reacciona favorablemente ante la adversidad, de ahí su dedicación a la competición.
Siguen, a la vez, las indicaciones del jinete, gracias a su carácter tranquilo, en combinación con su cuerpo musculado. Son animales manejables, pero, en ningún caso, les falta su nervio característico. Todo se debe a la perfecta combinación de sangre caliente y fría de sus ancestros.
A simple vista, se aprecia su corrección en los andares y aires. Su complexión atlética y su capacidad de salto son otros tantos puntos a su favor. Por todo ello, destacan en las competiciones olímpicas, especialmente como grandes saltadores de obstáculos. La fogosidad y la rápida reacción ante las adversidades son otros dos rasgos típicos de un caballo de sangre templada. Además, actualmente, resultan muy comunes en la hípica deportiva.
Los caballos de sangre templada presentan menos tensión, por ejemplo, que los caballos árabes, pero, aun así, son más fogosos que los de sangre fría. No alcanzan tampoco la gran musculatura de estos últimos. Por el contrario, también se muestran más calmados que los de sangre caliente, por lo que son especialmente aptos para el entrenamiento. En comparación con los originarios caballos del bosque (o de tiro), son mucho más refinados y delgados. Aunque de ellos han heredado, sin embargo, la gran capacidad para el trabajo.
Los caballos de sangre templada son distintivos de las siguientes razas: americanos albinos, americanos indios, caballos bancarios belgas, camargueses, Holsteiner irlandés, Lipizziano, Lusitano, Oldenburg, Morgan Mustang, caballos de paso peruanos, Mustang español, palominos, Hunter Knabstruner o Tennessee.
En ehorses encontrará una gran variedad de todas estas razas, tanto yeguas como machos. Todos han pasado el examen de idoneidad y han sido inscritos en su libro de registro de origen. De esta manera, adquirirá un ejemplar noble, apto para el trabajo, de fácil reacción, gran saltador, atlético y elástico. Los hay, pues, daneses, suecos, holandeses, británicos, alemanes, neozelandeses o suizos.