Caballo busca jinete
El caballo Pinto es una raza relativamente joven. De hecho, aunque ya ha habido magníficos ejemplares, todavía no está plenamente reconocida como tal. Su rasgo más evidente son las manchas que se aprecian en su pelo, si bien estas no tienen un color común. Por otra parte, es un caballo muy versátil. Puede ser usado para distintos fines, a lo que contribuye su facilidad para aprender. Por tanto, la compra de estos animales es muy recomendable.
Uso y características del Pinto
Estos caballos son amables e inteligentes, por lo que aprenden rápido. Debido a ello, pueden ser utilizados para la monta, incluida la vaquera, y para la doma. Asimismo, pueden ser empleados para las tareas de granja. E igualmente son magníficos ejemplares para las carreras. No obstante, quien compra uno de estos animales debe amaestrarlo bien porque, al tratarse de una raza muy inteligente, también puede adquirir malos hábitos.
Origen e historia de la cría del Pinto
Aunque es una raza todavía no plenamente consolidada, la venta de estos caballos lleva produciéndose regularmente desde los años treinta del siglo pasado. Sin embargo, sus orígenes se remontan a las antiguas tribus de Pieles Rojas, quienes cruzaron caballos salvajes con los de raza española para crear ejemplares de aspecto único y dar lugar a una nueva raza. A esta, bien diferenciada de todas las demás, también se la denomina Calico.
Ya hacia 1930, criadores expertos empezaron a trabajar esta raza de manera controlada introduciendo purasangres ingleses y caballos árabes para mejorarla. El reconocimiento oficial de la misma se produjo en 1963, si bien todavía hay partes del mundo donde no se la considera oficialmente una raza.
Pintos: caballos en equitación
Una de las grandes cualidades de estos caballos es su belleza. Sin embargo, la compra de uno de estos ejemplares proporciona mucho más. Su versatilidad los hace apropiados para distintas variedades de equitación. Entre ellas, la monta, la conducción, los saltos e incluso las exhibiciones y, por su fortaleza, los típicos rodeos estadounidenses.
Pero también son magníficos caballos para la carrera gracias a su complexión atlética y velocidad. Igualmente, se trata de ejemplares muy resistentes y tenaces, lo cual hace de ellos caballos muy aptos para controlar grandes concentraciones de ganado. Por eso, son muy utilizados por los vaqueros norteamericanos, quienes acuden a cualquier venta de estos equinos.
Características físicas del caballo Calico
El rasgo más visible de esta raza son sus manchas en el pelo. El blanco se combina con los más variados colores, que van desde el negro hasta el perlino. No obstante, estos patrones cromáticos suelen clasificarse en tres grupos. El overo presenta manchas en cabeza y cuerpo, pero las patas y la cola acostumbran a ser oscuras. En el tobiano, la cabeza es marcada y de color sólido, mientras que las patas incluyen blanco y, frecuentemente, la cola destaca por sus dos colores. Finalmente, el tovero es una mezcla de las dos anteriores.
Por otra parte, el Calico tiene la cabeza pequeña y en forma aplanada. Su cuello y cuerpo son largos y posee unos hombros robustos y fuertes. La altura de estos ejemplares oscila en un rango que va desde los 150 hasta los 160 centímetros, mientras que su peso se aproxima a los 500 kilogramos. En síntesis, son animales bien equilibrados que cuentan con buena musculatura. Asimismo, se caracterizan por unos potentes cuartos traseros y un centro de gravedad relativamente bajo.
En ehorses siempre existen caballos calicos disponibles. Pueden encontrarse tanto sementales como yeguas, tanto entrenados para profesionales como adecuados para quienes se inician en la monta. E incluso preparados para el trabajo con el ganado.