Caballo busca jinete
El Lusitano es un pura sangre de origen portugués, de ahí su nombre. Considerado el caballo de monta más antiguo del mundo, es compacto, musculoso y tiene las patas largas, lo que le otorga una gran amplitud de paso. Además de rápido, es bravo y noble, ideal para personas interesadas en la compra de un caballo para la doma o el rejoneo. Ahora bien, ¿es adecuado para la competición ecuestre? ¿O solo merece la pena su compra si se está pensando en el toreo a caballo o el manejo de reses bravas?
Uso y características del Lusitano
Físicamente, es un caballo reconocible por la grupa redondeada, el tronco ancho y fuerte y los musculosos cuartos traseros. Además, tiene la frente amplia, los ojos grandes, la nariz romana y las orejas cortas, finas y rectas. El pescuezo es de una longitud media, con crines sedosas, largas y muy pobladas. La alzada va de los 150 a los 165 centímetros y la cola es baja y abundante. La capa suele presentar tonalidades sólidas, sobre todo tordas y castañas, aunque también pueden verse ejemplares cremellos o palominos, si bien son menos frecuentes. Por otra parte, es ágil y rápido. Y su carácter es valiente y tranquilo, razón por la cual sus ventas han estado dirigidas tradicionalmente a su uso en el combate, el toreo y el manejo del ganado. También tiene facilidad para el salto.
Origen e historia de la cría de Lusitanos
El origen de estos caballos data del siglo XVII, cuando el rey Juan V de Portugal se dispuso a crear una caballería autóctona destinada a la monta. Con este fin, compró sementales y yeguas en España, que posteriormente derivaron en la raza Alter Real. La selección de estos ejemplares, a su vez, dio como resultado dos líneas de sangre: Vegia y Andrade. La raza lusitana es la resultante del cruce de ambas ramas.
Durante los siglos XVII y XVIII, estaban muy solicitados y se los denominaba "caballos de reyes". Pero sus ventas decrecieron a lo largo del siglo XX, tras la llegada del Pura Sangre Inglés. Sin embargo, sus características físicas y, en especial, su gran valentía, terminaron por devolverle la popularidad. Y es que el caballo portugués se ha considerado siempre uno de los más adecuados para la competición ecuestre.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la cría de estos caballos volvió a cobrar importancia. Se buscaba sobre todo mantener la esencia de la raza y se seleccionaban los ejemplares más nobles y elegantes. En cuanto a su destino, destacan el rejoneo y la alta escuela. En la actualidad, esta raza se cría sobre todo en Portugal, aunque también es popular en Brasil, Francia y México. Además, España, Italia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania disponen cada vez de más yeguadas.
Lusitanos: caballos de equitación
Esta raza equina destaca por su gran inteligencia, que le permite aprender de forma fácil y rápida. También tiene un carácter dócil, sin carecer de fogosidad, además de ser diligente y leal. Por otra parte, se caracteriza por poseer una gran flexibilidad y una excelente movilidad lateral, con un buen poder de reunión. Esto, unido al coraje y la calma que demuestra en todo momento, lo han transformado en un caballo muy deseado para el rejoneo y las tareas del campo.
Estas mismas características lo convierten en una buena opción para quienes buscan en ehorses caballos para la doma clásica o la alta escuela. Y tampoco defrauda a los que están interesados en la compra de un caballo rápido y con buen sentido del equilibrio para destinarlo al salto de obstáculos.