El concurso completo es la disciplina ecuestre más extendida en Europa. Engloba las modalidades de doma clásica, salto y cross country. Por ello no existe una raza única y característica de caballos de completo para esta modalidad. Sin embargo, basándonos en los resultados obtenidos en las diferentes competiciones mundiales, sí que hay ciertas razas que empiezan a tener más presencia en ellas.
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Es difícil encontrar un equilibrio entre la sutilidad que requieren los aires de la doma clásica, la potencia requerida para la prueba de salto y la agilidad para la prueba de cross country. Comparándola con la actividad humana, esta disciplina sería lo más parecido a las pruebas olímpicas de Decathlon. Dada la importancia de la armonía del binomio para esta modalidad ecuestre, es fundamental que el caballo sea obediente y elegante, además de atlético, y que sea dócil para que responda con confianza a las órdenes del jinete o la amazona.
La relación armónica entre jinete y caballo ya se viene tratando desde la época de los griegos en dos tratados que el autor Jenofonte dejó escritos en el siglo V a. C. No fue hasta muchos siglos después, durante la época de la Alta Edad Media, que se comenzaron a realizar ejercicios de monta por parte de los oficiales de caballería de los diferentes ejércitos europeos.
Poco a poco los ejercicios se fueron convirtiendo en una disciplina en sí misma, llevando a los oficiales a organizar pequeñas competiciones entre ellos. Desde principios del siglo XX forma parte fundamental de las disciplinas olímpicas ecuestres.
Son muchos los caballos de completo, pertenecientes a diferentes razas que han sido capaces de llegar a lo más alto de los rankings mundiales. Así pues, tenemos por ejemplo al mítico Dope Doux, un caballo anglo-árabe que estuvo en el top ten durante muchos años seguidos. Los caballos barrocos, como el pura raza español o el pura sangre lusitano, presentan una mayor docilidad, por lo que pueden ser más efectivos en la prueba de doma clásica.
Por otro lado, los caballos de sangre caliente, como el Holandés o el Hannoveriano, suelen ser muy buenos en las pruebas de salto y cross. A la hora de pensar en la compra de un ejemplar para concurso completo, estas razas son de lo más recomendable por su versatilidad, aunque no muestren tanta docilidad y facilidad para el aprendizaje como las barrocas. En los últimos años, ha ido aumentando la venta de razas de sangre caliente por mostrar un equilibrio mayor entre potencia, elegancia y docilidad.
Los concursos de completo solían durar tres días tradicionalmente, pero en los últimos años han pasado a condensarse en dos días en muchas de las ocasiones. Dada la exigencia física de la prueba, las edades de los caballos de completo están normalmente entre los cuatro y los doce años, aunque hay casos en alta competición de caballos que han seguido compitiendo a un gran nivel hasta los dieciocho.
Es recomendable que tiendan a que su fuerte sea el salto, por lo que deberían tener una altura mínima de 1,70 m de cruz. La robustez es esencial para aguantar las exigencias de la prueba, pero también conviene que no sean demasiado musculosos para que haya un equilibrio entre potencia y elegancia.
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